Estrés y ansiedad durante los exámenes: cómo combatirlos
Pues sí. Todo llega a su fin. La Navidad también lo ha hecho. Y cuando unas etapas finalizan, otras comienzan. Así, toca el turno a los exámenes de enero en la universidad. Algo que puede generar ciertos niveles de estrés y ansiedad que es importante saber combatir, tanto para el bienestar y la salud del estudiante, como para obtener los mejores resultados en los exámenes.
Esta ansiedad muchas veces viene provocada, no tanto por el examen en sí, sino por las consecuencias que el estudiante cree que se derivarán del resultado que obtenga en el mismo.
Para saber si esos pensamientos pueden derivar en estrés o ansiedad y poder combatirlos, el estudiante debe prestar atención a los síntomas y detectarlos a tiempo.
- En el plano cognitivo, los síntomas más habituales son inseguridad, demasiada preocupación, falta de confianza, dificultad para concentrarse y para tomar decisiones, sentimiento de inferioridad y de que perdemos el control, dificultades en cuanto a la comprensión y a la memorización, así como, incluso, bloqueo mental.
- En el aspecto fisiológico los síntomas suelen ser respiración rápida o entrecortada, sequedad en la boca, sudoración, opresión en el pecho, dolor de estómago o náuseas.
- En el plano conductual, es habitual la falta de apetito o el comer con cierta impulsividad, tartamudear o hablar demasiado rápido, la risa nerviosa, manipular objetos continuamente o tener reacciones impulsivas.
No obstante, debemos tener en cuenta que, como casi todo en la vida, el estrés, en su justa medida, puede ser beneficioso, pues es una reacción normal de nuestro organismo que contribuye a nuestra puesta en acción. Así, un estrés equilibrado es positivo, pues contribuye a la concentración. De hecho, según se ha constatado en el campo de la Psicología, el rendimiento óptimo se obtiene con niveles medios de ansiedad.
En este sentido, un interesante artículo publicado en Universia recoge algunas recomendaciones de Florencia Poy, coordinadora del gabinete de orientación educativa de la Universidad Francisco de Vitoria, para evitar que los niveles de estrés y ansiedad se eleven demasiado.
Según Poy, el primer paso es reconocer y detectar que estamos padeciendo ciertos niveles de estrés y ansiedad. ¿Cómo hacerlo? Analizando nuestro estado anímico. El siguiente paso es aprender a gestionar esas emociones, teniendo en cuenta tanto el plano fisiológico, como el mental y como el conductual. No basta con tratar de modificar la conducta, que lo que suele hacer la mayoría de la gente, porque en muchas ocasiones, la raíz del problema se halla más en el plano mental y emocional.
Una buena fórmula para combatir el estrés y la ansiedad de cara a los exámenes es poner en práctica una serie de técnicas como son la respiración abdominal, la relajación muscular progresiva de Jacobson o la relajación por inducción de Schultz, que resultan ser bastante fáciles y efectivas.
También debemos centrarnos en los pensamientos que acompañan estas situaciones de estrés y ansiedad, analizando su procedencia y buscando la forma de controlarlos y modificarlos. Con todo ello, ¡recuerda! Un nivel de estrés equilibrado, en su justa medida, es beneficioso, pues nos estimula para actuar y nos ayuda a concentrarnos.
¿Y qué medidas preventivas podemos adoptar? Para Poy, la mejor medida de prevención del estrés y la ansiedad en época de exámenes es la planificación y organización del estudio. “Cuando tenemos que realizar más tareas de lo que realmente podemos atender vamos gestando un sentimiento de preocupación y angustia que interfiere negativamente en nuestra capacidad de concentración lo que a su vez agrava nuestra ansiedad y nos vemos inmersos en un círculo vicioso en el que es difícil salir”, señala la experta.
Así, ser consciente de lo que somos capaces de abarcar nos proporciona tranquilidad, lo que repercute de forma positiva en nuestro rendimiento. En este sentido, si crees que el tiempo se te ha echado encima para estos exámenes, ¡no te angusties! No anticipes un mal resultado que no tiene por qué producirse. Y si se da, piensa que quedan muchos exámenes a lo largo de tu carrera universitaria. Si en adelante te organizas bien, planificas tu tiempo de estudio y sigues el resto de recomendaciones, ¡no habrá estrés ni ansiedad que pueda contigo!
Desde el Colegio Mayor Mendel esperamos que estas recomendaciones te ayuden a afrontar esta temporada de exámenes con los niveles de estrés y ansiedad adecuados. Y recuerda, si detectas que esos niveles se elevan demasiado, ¡combátelos! Y si crees que necesitas ayuda, pide apoyo. Desde el equipo del Colegio Mayor Mendel podemos ayudarte a poner en práctica cualquiera de estas técnicas o encontrar las más adecuadas para ti.